sábado, 13 de agosto de 2011

Héroes del verano

Aguantan a pleno sol y en maceta, prácticamente todo el día. Ignoro cuales pueden ser sus mecanismos de defensa para hacer frente al intenso calor de Murcia durante los meses de julio y agosto, con temperaturas al sol que pueden superar, a veces, los cincuenta grados centígrados. Mientras que otras plantas sufren daños irreparables o deformaciones en sus hojas, ellas o salen completamente indemnes o se recuperan con suma facilidad. Algunas hojas de hippeastrum en estas condiciones se deshidratan y se pierden definitivamente. 

Una de las que más me sorprenden es la que en mi pueblo llaman "laurel". Ignoro su nombre científico, pero estoy seguro de que mi buen amigo Kumquat enseguida la identificará. Está, prácticamente, todo el día expuesta al sol. Aún, en estas condiciones, sus flores parecen eternas y pueden durar hasta meses sin marchitarse. A pesar de que el riego sea escaso o nulo sobrevive. Cuando me he ausentado, a veces durante más de una semana en pleno verano, y a la vuelta me he encontrado sus hojas arrugadas, aparentemente casi secas, un pequeño riego obra lo que a mí me parece un verdadero milagro: a las pocas horas se las puede ver completamente recuperadas y sin apenas daño alguno. Pero es que no es, sólo, una planta adulta, sino que las pequeñas plántulas que crecen a su alrededor, ya que sus semillas tienen un gran poder germinativo, también sobreviven. Se comercializan otras variedades distintas a la que yo tengo, pero no tienen la resistencia y la fortaleza de esta. Las he tenido y su existencia ha sido muy efímera. Ya no las cultivo. Aquí está el "laurel":




 Que voz tan maravillosa tiene Kátia Guerreiro, una de las grandes fadistas que en la actualidad, afortunadamente, abundan en Portugal.




Quando à noite desfolho e trinco as rosas
É como se prendesse entre os meus dentes
Todo o luar das noites transparentes
Todo o fulgor das tardes luminosas
O vento bailador das Primaveras
A doçura amarga dos poentes
E a exaltação de todas as esperas
Quando à noite desfolho e trinco as rosas
És tu a primavera que eu esperava
A vida multiplicada e brilhante
Em que é pleno e perfeito cada instante
Quando à noite desfolho e trinco as rosas
És tu a primavera que eu esperava